domingo, 29 de mayo de 2011

Reivindignando

Son ya muchos días los que la gente lleva pidiendo en todas las plazas de las ciudades más importantes de nuestro país -y parte del extranjero- una reacción de los políticos a nivel general (tanto estatal como local y municipalmente), un cambio en su manera de hacer las cosas, de comportarse, de cobrar, de gobernar, de legislar, y en resumen, una vuelta de tuerca a la oxidada democracia que nos ha tocado padecer en España. Acampadas, manifestaciones, asambleas, barrios despiertos, y los políticos, al parecer, continúan, todavía, bajo el influjo de Morfeo. En realidad, que la derecha no se diera por aludida era de esperar, al menos para un servidor. ¿Pero la izquierda, donde está la izquierda? ¿Qué hace el Psoe para demostrar su "cambio"? Nombra a Ruvalcaba (pretérito imperfecto del verbo candidato) para futuro presidente del desgobierno. ¿Algo más? Sí, provoca, sin decirlo pero haciéndolo, que Carme Chacón, una mujer, se eche atrás en su decisión de suceder al señor Zapatero. No sé qué pensará la gente que lea este post, pero si eso es un cambio, que baje Dios y lo vea. Dejar el futuro socialista en manos de un hombre que ya estuvo en el equipo de Felipe González, no es muy renovador que digamos. Encima van a hacer la pantomima de convocar unas primarias, para designar a un solo candidato. Prefiero el dedazo del PP hacia Rajoy (que de rajar, dicho sea de paso, más bien poco) , que por ser descarado y vergonzoso, es menos hipócrita y al fin y al cabo va directo al grano. A la hora de la verdad, el Psoe, o eso me parece a mí, es un partido que se disfraza de izquierda, y cuando tiene que actuar, aplica medidas liberales, que solo benefician a unos colectivos que no se lo van a agradecer en absoluto, y es más, votarán a su enemigo en las próximas elecciones generales. Para colmo, desfavorecen con su plan a los mismos que depositaron su confianza en ellos y que ahora se sienten, nos sentimos, defraudados. Eso por no hablar de la pasividad de Izquierda Unida, que están callados como muertos, valga la expresión. ¿Será porque el que calla otorga? Y mientras tanto, en Barcelona, las ostias siguen cayendo a quienes abren demasiado la boca y hacen más ruido del convenido. No me digáis que esto no es de traca. Por eso creo que no es momento de que se abandonen las plazas, sino todo lo contrario. Hay que seguir, hay que hacerse notar y tocar los cojones a la clase política hasta que dé la cara. Y por favor, en Valencia, los indignados de la acampada no censuréis al gran Xavi Castillo, que aunque sea algo simplón en su discurso, al menos es un tocapelotas y todo lo que sea molestar a los de arriba, está bien. ¿O no? A ver si ahora vamos a ser más papistas que el papa. Adelante, y sigamos en pie, porque ellos no van a cambiar si la insistencia no se vuelve exactamente eso. Y con lo dicho, hasta otra. Me despido con La actuación de Xavi Castillo en #acampadaValencia a la que he hecho referencia anteriormente. Se aceptan comentarios...

1 comentario:

pal dijo...

oye, yo si te quiero leer, pero no me vengas a dejar botado el blog ahora que te acabo de encontrar.