Hoy estoy contento y feliz como una lombriz, porque uno de mis cantautores contemporáneos preferidos vuelve a sorprenderme. Y lo hace con el primer single de su nuevo disco. El disco se llama "Sueños de un hombre despierto", y el tema en cuestión se titula Casandra. La verdad es que yo con Ismael Serrano no puedo ser objetivo al hablar de él. Aunque sacara un disco con versiones de Perales yo creo que me seguiría emocionando. Así pues, os dejo a vosotros el comentario de este pedazo de tema. Uy, perdón, "me se ha escapao". No, ahora en serio, quiero saber si alguien más crítico que yo con este vallecano me puede dar su opinión. Animaos porfa. Os necesito para valorar lo último de este hombre, porque yo he perdido el objetivismo con él. Quizá se le puede reprochar que es algo utópico, que todo es demasiado de color de rosa. No sé. Decidme algo. ¿Qué opináis al respecto?
Nota del postituto: del tema de la canción (iba a poner "del tema del tema" pero es algo reiterador aunque al final lo he puesto aquí en un largo a la par que interesante paréntesis subjetivo) hablaré en otro post futuro, para no condicionar al personal (e intransferible).
martes, 14 de agosto de 2007
lunes, 13 de agosto de 2007
Georrelaciones
Yo nunca he sido un gran entusiasta de las ciencias, y menos de la
geometría. No sé si tiene que ver que al costarme más comprenderla pues
no termino de conectar con ella; la verdad, ni idea. Sin embargo, de un
tiempo a esta parte creo que esta disciplina, tan desconocida para un
servidor, está metida en mi vida más de lo que yo pensaba. Y no estoy
hablando de que la geometría esté introducida en mi existencia de una
forma física, es decir, no quiero decir que yo esté rodeado de formas
geométricas por doquier, que eso está claro que sí, solo hay que
fijarse un poco. YO hoy quiero reflexionar más allá. Me refiero en este
caso a que mis relaciones con la gente también poseen formas
geométricas. Hay relaciones cuadradas, circulares, pentagonales,
elípticas... ¿Cómo he llegado a esta conclusión? Pues, en realidad,
tampoco tengo una razón concreta. Me ha dado por pensar. Hay personas
con las que coincido de vez en cuando, y luego desaparecen de mi vida.
Con otras, sin embargo, mi relación es más bien uniforme, cuadrada. Por
contra, mantengo relaciones todavía más complicadas hablando de formas.
Asimismo, incluso mis pasos vitales, las decisiones que adopto, todo lo
que hago me parece como que sigue algo predefinido. Yo nunca he sido de
creer en el destino, pero hay veces que yo pienso hacer una cosa y
acabo realizando la contraria. ¿Y por qué? Pues yo qué sé. ¿Lo sabéis
vosotros?
Nota del posteador: para este particular post se me han ocurrido varias
canciones, concretamente un trío, de las cuales, debido a su inmensa
extensión lírica conjunta, paso en estéreo de poner las letras de todas
tres. Dejo en vuestra inestimable a la par que decisiva consideración
el interés y la búsqueda posterior de lo que estiméis vosotros en sí o
en no mismos propiamente oportuno para vuestra adecuada formación
personal y/o/u/aeae profesional. Los temazos cancionísticos en cuestión
son:
Piero Della Francesca de Javier Krahe,
Caminando en círculos de Quique González, y Cambio de forma de Astrud.
A disfrutarlas. Se aceptan comentarios, si eso.
geometría. No sé si tiene que ver que al costarme más comprenderla pues
no termino de conectar con ella; la verdad, ni idea. Sin embargo, de un
tiempo a esta parte creo que esta disciplina, tan desconocida para un
servidor, está metida en mi vida más de lo que yo pensaba. Y no estoy
hablando de que la geometría esté introducida en mi existencia de una
forma física, es decir, no quiero decir que yo esté rodeado de formas
geométricas por doquier, que eso está claro que sí, solo hay que
fijarse un poco. YO hoy quiero reflexionar más allá. Me refiero en este
caso a que mis relaciones con la gente también poseen formas
geométricas. Hay relaciones cuadradas, circulares, pentagonales,
elípticas... ¿Cómo he llegado a esta conclusión? Pues, en realidad,
tampoco tengo una razón concreta. Me ha dado por pensar. Hay personas
con las que coincido de vez en cuando, y luego desaparecen de mi vida.
Con otras, sin embargo, mi relación es más bien uniforme, cuadrada. Por
contra, mantengo relaciones todavía más complicadas hablando de formas.
Asimismo, incluso mis pasos vitales, las decisiones que adopto, todo lo
que hago me parece como que sigue algo predefinido. Yo nunca he sido de
creer en el destino, pero hay veces que yo pienso hacer una cosa y
acabo realizando la contraria. ¿Y por qué? Pues yo qué sé. ¿Lo sabéis
vosotros?
Nota del posteador: para este particular post se me han ocurrido varias
canciones, concretamente un trío, de las cuales, debido a su inmensa
extensión lírica conjunta, paso en estéreo de poner las letras de todas
tres. Dejo en vuestra inestimable a la par que decisiva consideración
el interés y la búsqueda posterior de lo que estiméis vosotros en sí o
en no mismos propiamente oportuno para vuestra adecuada formación
personal y/o/u/aeae profesional. Los temazos cancionísticos en cuestión
son:
Piero Della Francesca de Javier Krahe,
Caminando en círculos de Quique González, y Cambio de forma de Astrud.
A disfrutarlas. Se aceptan comentarios, si eso.
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