miércoles, 26 de marzo de 2008

Sigo.

Sigo,
pese a lo que en este tiempo he perdido,
a pesar de que ya no sueñes conmigo,
aunque ya no tenga los mismos amigos.
Sigo,
disfrutando de los buenos ratitos
de recuerdos de futuro y lo vivido,
y juro que a veces me deprimo,
pensando en lo que tuve un día de hastío,
y ahora en marzo ha desaparecido.
Aún así, a continuar me obligo,
porque todavía no me he conocido,
porque ignoro cuanto queda en el camino,
y las sorpresas que, si exsiste, me depara el destino.
Post data musical:
Escupiré jodidos.

jueves, 20 de marzo de 2008

Quejicrónicos.

Tras unas merecidas vacaciones reflexivas, reemprendo una vez más mi camino hacia lo desconocido. En esta ocasión, después de no sé cuanto tiempo viajando por el espacio interestelar, he arribado a un planeta, que me ha dejado sumamente anonadado. Me encuentro en un lugar, donde los entes que transitan por aquí, no se quejan nunca. Quizá a primera vista pueda resultar una nimiedad, esto que estoy resaltando, pero se nota nada más llegar. Los seres que me rodean, cuando algo les parece mal, se limitan a actuar, no se detienen a analizar qué o quién les fastidia: lo evitan. Una de las cosas que realmente me sorprende de la condición humana, de las actitudes que los seres denominados racionales solemos adoptar alguna vez, es la capacidad que tenemos para quejarnos. En multitud de ocasiones nos mostramos descontentos con aspectos tales como amistades, trabajo, pareja, etc, facetas vitales que al ser sometidas a valoración, ya sea propia o ajena (porque nos pregunten acerca de las mismas) nos ponemos en plan victimista y no paramos de despotricar de ellas, diciendo a quien quiera o no quiera oírnos, (a veces ni nos fijamos en eso y damos la brasa a quien se ponga por delante) o simplemente pensándolo, dándole vueltas en nuestro cerebro, que de que nos putéen, de ser el pringao, de lo que nos está tocando vivir, que estamos de todo eso hasta tal o cual parte de nuestra anatomía corporal y que esto es la última vez que nos pasa o nos lo hacen, porque vamos a cortar el problema de raíz. Pues bien. La cuestión que se me plantea en estas situaciones es siempre la misma: ¿Si no nos parece bien, si no estamos a gusto, si mostramos repetidamente una clara e inequívoca disconformidad ante ello, por qué coño no actuamos y hacemos algo para cambiarlo? Mi hipótesis es simple: en realidad, yo creo que muchas veces solo nos gusta aparentar que algo nos molesta para parecer más fuertes o rígidos, pero a la hora de la verdad, lo toleramos, lo aguantamos, y en ocasiones, incluso lo fomentamos nosotros mismos, precisamente al no mover un dedo para variar las circunstancias. Lo potenciamos con nuestra indiferencia. Al fin y al cabo, no hacemos absolutamente nada más que quejarnos. Nos engañamos a nosotros mismos, disimulamos ante nuestros amigos o familiares haciendo ver que tal o cual historia nos agobia, para acabar siempre soportándola. ¿O tal vez es que tenemos miedo de cambiar? ¿Es que acaso tememos lo que puede pasar si actuamos? Yo lo dudo. Cuando alguna cosa nos incomoda y no la aguantamos por más tiempo, creo que somos capaces de sacar las fuerzas de donde sea para ponerle remedio. ¿O no? A lo mejor depende de las circunstancias, de cada uno, de las circunstancias de cada uno... No sé. En mi opinión, cuando no nos esforzamos por dar un giro a una situación es porque, finalmente, acaba compensándonos, pero necesitamos quejarnos. ¿Irá en la especie? Que levante la mano quien no se haya quejado nunca. De todos modos, me gusta la actitud de los individuos que forman el planeta en que actualmente me hallo. Ellos no son cobardes, y no necesitan hacer ver que van a realizar cambios en sus vidas: los efectúan. Dicho esto, solo me cabe añadir una cosa más. Que cunda el ejemplo. Y si alguien está seriamente mal o afectado por algo y no se mueve, suya será la culpa de todo lo que tenga que sufrir. Por cierto, que si mientras tanto necesitáis compartir vuestras quejas conmigo, que me lo digáis, porque yo también tengo que quejarme... Vamos, que si tienes que quejarte de algo, que lo hagas, porque la queja al fin y al cabo desahoga y evita que algunas cosas pasen a mayores, así que a quejarse se ha dicho, ¿O no¿ En resumen, que ni sí ni no, sino todo lo contrario y viceversa (grupo musical)... Y dejando esta parajódica consigna sobre la lectora conciencia colectiva, voy a haceros más llevadera la profunda a la par que intrínseca (o mojada) meditación posterior con un poco de música. No sé si tiene mucho que ver con el tema de hoy, alomojó sí, tal vez, quizá, quién sabe, pero es que me gusta tanto... La meto porque me gusta y cada vez que puedo pues... la meto... y mira, y va buzo y sansacabó!... Después de este homenaje a los académicos palancos, voy a lo que voy. Perdonen las disculpas, pero no me podía de contenerme. Se trata de la canción titulada Buzo de los leoneses Cooper. En fin, que ya me lo contaréis, o me lo cantaréis, si os mola mucho el tema y os lo aprendéis de memoria... YO qué sé.

lunes, 17 de marzo de 2008

Sublengua.

En los largos y haciagos días en que no realizo alguno de mis viajes a ninguna parte, mi única ocupación es distraerme escribiendo estas líneas, o escuchar música, leer un libro, quizá tocar por ahí, pero lo que más me gusta es hablar. Charlar, compartir con amigos opiniones sobre variopintas cuestiones. Toma esa rima espontánea. En fin, a lo que voy. El caso es que ayer precisamente, conversando con mi amigo Sergio (hola, saludos, qué tal) salió a la palestra (del latín palicum palique, que era lo que hacíamos al fin y al cabo) un tema que me inquietó sobremanera y quiero compartirlo e inquietar a mis lectores si es posible con respecto al mismo propiamente dicho en sí. El caso es que estuvimos tratando sobre lo que la lengua esconde. Esas frases que a primera vista o escucha parecen poseer un significado inequívoco, pero que ocultan tras de sí auténticos mensajes subliminales... (esto último, imagináoslo con la voz de Iker Jiménez).
Veamos pues algunos casos en los que una oración puede enunciar algo diverso: cuando preguntamos ¿Cómo estás? La respuesta puede ser:
A) Bien (quiere decir que está bien)
B) Bien bien (podría interpretarse que está dos veces bien, o sea muy bien, pero en ocasiones ese doble bienestar equivale a que uno quiere aparentar que todo va de lujo cuando no es así. O sea, bien bien, equivale a "estoy mintiendo, me encuentro como el culo".
C) Bien bien bien. No hay duda. Si en inglés la doble negación equivale a afirmación, en español, y esto no es oficial pero tiempo al tiempo, en español, la triple afirmación expresa una terrible negación. Bien bien bien, significa que la cosa va mal, sin lugar a dudas. Como dice el reflán (sin natra) esto se ve a la lengua... Igual que contestar a algo con la elocuente frase de "sí sí sí", puede equivaler a: "Ya te he dicho que sí, pesado de mierda" o bien quiere decir un no, un no más grande que la catedral de un sitio muy inmenso.
D) respuestas ambiguas como Regular, aquí vamos, estamos (con la coletilla opcional de estamos que no es poco), etc: esta puede querer decir cualquier cosa, en todo caso, crea ambigüedad. Es como avisar de que no nos quieren decir nada y por cortesía nos sueltan eso.
E) Y como colofón, la mejor de todas: tirando. ¿Cómo estás? Tirando. Que te dan ganas de decir: ¿Tirando qué? No seas así, en tiempos del reciclaje y el ecologismo, no vayas tirando, que pareces mi madre con la comida... Esta sí que significa claramente: ¿A ti qué coño te importa? Nota excepcional: Si la respuesta de tirando te la contesta un militar, ya sea en misión de paz o de guerra, que viene a ser lo mismo, en ese caso, la expresión podría admitirse como válida.
Ocupémonos ahora queridos niños, niñas y hermafroditas de otra verbigratia (es lo mismo que ejemplo pero no quería ponerlo dos veces, aunque este vocablo queda pedante en exceso, pero vamos al ejemplo, que me disfregáis): La construcción gramatical formada por las dos palabras si, y eso, compone la frase: si eso. Esta sentencia, añadida al final de cualquier otra indica que ni de coña vas a hacer lo que has dicho. Pasemos de la teoría a la práctica (frase que me hubiera gustado escuchar en las clases de educación sexual). Si yo te digo: ya hablamos, si eso. Ya quedamos, si eso. "aluego" te pago, si eso. El si eso, inequívocamente suele querer indicar, que te olvides de la frase anterior, que no hay tu tía. No la habrá, no esperes que la haya o que la sauce, por mucho que alguno de tus progenitores tenga hermanas. Eso por no profundizar en la expresión "ya te doy un toque", en vez de decir simplemente "te llamo". Rodear la palabra llamar de ese modo, indica en ocasiones que el mismo giro metafórico gramaticalmente hablando que ha ejecutado para decirlo, es el mismo que va a efectuar para hacerlo después en los hechos consumados, así que, espera sentado por si acaso no llama, y tal.
Por último, hablaré de un día, que todo el mundo reconocerá: mañana. Mañana te llamo, vuelva usted mañana, te lo traigo mañana. Cuando se repite esta posposición de fecha varias veces, debes empezar a pensar que el mañana no existe.
Y ya, dejo de rallar al personal y voy con el bonito tema de hoy. Una canción compuesta y ejecutada por Juan Abarca (cantante de Mamá ladilla, y Juan Manuel Ruiz, impresionante guitarrista, en un dúo que hicieron para realizar una serie de conciertos muy frikis en los que versionaban canciones conocidas con letras cómicas e interpretaban algún tema propio, siempre en clave de humor. La canción que he seleccionado para enriquecer vuestro panorama musicómico, se centra en una pareja en la que uno de ellos, la chica muy probablemente, quiere dejar la relación. En la letra, se repasan las excusas que se dan para abandonar al cónyuje y lo que realmente quieren decir. Si la oís, seguro que la entendéis mejor que leyendo esta explicación inútil previa. Ale, me voy que hoy estoy muy mal. Debe ser la pólvora de las fallas... que me trastoca. Y eso que en mi pueblo no hay... Volveré. Uy, joder, si no he puesto el tema. Ahí va. Se titula Fe de erratas. Podéis comentar, siesos...

domingo, 16 de marzo de 2008

PANTHEOS.

Hoy quiero compartir con vosotros un fragmento de una conversación mantenida por el Dios Pantheos y la joven Sofía, en algún punto del inmenso universo conocido. Esta transcripción anónima del diálogo que mantuvieron Pantheos y Sofía alguna vez, llegó a mí mediante... pero esa, ya es otra historia. Vamos a lo que vamos, que me liáis. El fragmento es el siguiente:
"--Sofía: ¿vos sos dios?
--Pantheos: Dios no; soy un Dios, porque hay más de uno...
--Sofía: supongo que tendrás contactos con todos los dioses...
--Pantheos: por supuesto. Hay muchos dioses, en contra de lo que mucha gente piensa.
--Sofía: yo creía que solamente había uno...
--Pantheos: no, eso es un error de la educación religiosa tradicional. En realidad, hay multitud de dioses y diosas diversos, y cada dios controla una faceta de todo el universo.
--Sofía: ¿y vos cual controlás?
--Pantheos: yo controlo, mejor dicho, procuro que todos los dioses estén en harmonía y que no se produzca el caos en el inmenso cosmos y en cada uno de los múltiples mundos que lo forman. En definitiva, voy recorriendo el universo para supervisar su correcto funcionamiento.
--Sofía: o sea, que sin vos el mundo no sería nada...
--Pantheos: No exactamente. Sin mí el mundo existiría, por supuesto, yo no soy un Dios creador, pero sin mí, el universo sería muchísimo más caótico de lo que es, y créeme que hago lo posible pero aún así me quedo corto. Si te he de ser sincero, me falta una diosa. Estoy intentando encontrarla, pero no es fácil. Si todo sale bien, puede que ya esté cerca de ello, pero es una tarea compleja.
--Sofía: espero que puedas tener a esa diosa cuanto antes. Seguro que juntos podrán dominar el mundo, y sobre todo el amor. eso debe ser lo más bonito de todo: poder hablar del amor como lo más marabilloso que a uno le puede pasar.
--Pantheos: sí, más que dominar, intentar que todo fluya con un orden adecuado. Yo pienso que el dios perfecto en realidad son dos mitades que se unen para formar una sola cosa, el sumum de la perfección, porque las imperfecciones de ambas partes, al juntarse, se anulan y todo se convierte en puro amor.
--Sofía: ¡es re lindo eso que dijiste...! ojalá todo fuese así...
--Pantheos: mira, muchas veces no es así, porque los seres que formamos los universos nos dejamos llevar por la estupidez, por el egoísmo y por el miedo. Esas tres palabras son la ruina del cosmos. Si consiguiéramos vencer todo eso, y además, el gran mal que son los prejuicios, el mundo giraría de forma adecuada. Pero como eso no es así, pues a mí me toca la parte de intentar reorientar el caos.
--Sofía: te toca la parte más difícil...
--Pantheos: sí, es una parte muy complicada a la par que poco agradecida, porque los frutos que se obtienen, si es que se logran conseguir, digamos que no pueden ser apreciados a primera vista y no se suele valorar esa labor.
--Sofía: es que no todo el mundo piensa de esa forma.... Si pensaran todos así, sería un mundo perfecto...
--Pantheos: Esa es otra cosa, es lo que te decía de los males del universo: fuera egoísmo, fuera miedos, fuera prejuicios. Y tengo que reconocerte que no es fácil pensar así, yo muchas veces he caído en aquello contra lo que lucho, pero intento corregirme y eso me hace más fuerte, el hecho de admitir mis fallos y tratar de solucionarlos. Porque los dioses, frente a las creencias universales, también nos equivocamos, y mucho.
--Sofía: y no vivís en el cielo.. como dice la gente?
--Pantheos: jajaja. qué va. de hecho, no vivo en ningún lugar, y en todos al mismo tiempo.
--Sofía: una vez me dijeron eso del cielo...
--Pantheos: el cielo solo es un arcaico intento racional de los seres humanos cristianos para ubicar y ordenar sus creencias, porque necesitan tenerlo todo en un "sitio supuestamente físico y localizable", pero quien realmente tiene fe sabe que tanto el cielo como el infierno no existen en realidad. Solo son, por llamarlo de alguna manera, metáforas para simplificar y topografiar la realidad inmaterial.
--Sofía: ¿y a dónde van las almas cuando abandonan sus cuerpos?
--Pantheos: bueno, esto es un poco ma´s complejo de explicar: un alma tan solo es una transmutación de un ser puramente espiritual, de un ente, en una sustancia material. Ese alma, cuando abandona la materia porque esta, tiene, por así decirlo, fecha de caducidad, pues intenta encontrar en cualquier universo o mundo que compone el gran cosmos otra entidad material en la que refugiarse. si no la encuentra, está condenada a vagar sin rumbo hasta que la consiga, y la facilidad para ello tiene que ver con los comportamientos que ha tenido durante su vida o sus vidas materiales anteriores.
--Sofía: ¿o sea, que no existe la muerte?
--Pantheos: existe la muerte de la materia, pero todo se transforma, absolutamente nada se destruye.
--Sofía: eso de los espíritus que van vagando hasta encontrar otro cuerpo material me impresionó... creía que iban al cielo...
--Pantheos: no, en absoluto; es normal que te impresione porque tu cultura no está cerca de esta realidad; hay otras creencias que son más exactas con lo que sucede.
--Sofía: ¿y la luz que se dice que se ve cuando uno muere de qué es?
--Pantheos: eso de la luz para mí es un misterio total, no sé por qué se suele decir tal cosa.
--Sofía: jaja.
--Pantheos: quizá es la sensación que tiene el alma después de haber estado dentro de materia al salir al exterior sin ningún tipo de envoltorio que la proteja. Es como cuando alguien que ha pasado tiempo en la oscuridad mira el sol, le ciega.
--Sofía: aah ya... tiene sentido...
--Pantheos: sí, pero claro, en ese momento no es fácil deducirlo. si la gente lo pensara antes, pero claro, casi nadie piensa en eso, por uno de los males del universo, por el miedo. ven la muerte como algo negativo y temible porque es algo desconocido.
--Sofía: ahora tengo que volver a creer en nuevos dioses... y la idea que tenía sobre esto... ahora resulta que es otra. qué raro es todo esto...
--Pantheos: Todo es cuestión de fe.
--Sofía: hay quien no cree en ningún dios...
--Pantheos: exacto. hay de todo en este mundo, pero sabes, los que no creen en nada son a veces cobardes y tienen miedo a reconocer evidencias que les mostrarían que hay algo, pero están cegados por los prejuicios.
--Sofía: puede ser... pero a veces hay que ver para creer.
--Pantheos: pero hay cosas que no se pueden ver, ni tan siquiera imaginar. nuestros ojos y nuestra mente no pueden captarlo ni abarcarlo todo, es imposible. Ni los poderosos cerebros de los que disponemos los dioses pueden hacerlo. Hay cosas que sin verlas, es necesario simplemente creerlas. Te pondré un ejemplo: imagínate que una persona ciega dice que si no ve algo no se lo cree, no admitiría jamás el hecho de que en la televisión hay imagen, sino que esta persona diría y repetiría hasta la saciedad que solo hay sonido, que le están tomando el pelo.
--Sofía: tenés razón... nunca lo había pensado...
--Pantheos: en ciertos aspectos, es bueno creer sin ver, confiar, en definitiva, tener fe en cosas, en algunas ocasiones esto ayuda a que seamos más fuertes. La contínua desconfianza debilita y amarga el espíritu"...

Post post data: si lo consideraren o considerorum oportuno (clavelitos de mi corazón) podéis sentir el tema titulado precisamente "Dios, del cantautor canario Pedro Guerra (o Peter War, para los foráneos que me lean). Si alguien quiere comentar, todo vuestro; bueno, lo de comentarios, lo demás es del menda... Y antes de concluir, me gustaría agradecer a Argentinita (Yanet) su colaboración en este experimento filosófico-literario. En este caso, ha sido la musa que ha hecho volar mi imaginación. Ella es la joven Sofía, la que ha aceptado jugar a charlar con un dios por un rato. Gracias piba.

lunes, 10 de marzo de 2008

Autórtono

Mi viaje por este cosmos incomprensible no tiene fin. Durante este gran trayecto, son muchos los lugares que me causan sorpresa, y cada vez que descubro un nuevo mundo, suelo pensar que ya no encontraré otro que me pueda despertar la conciencia de esa manera. Pero por fortuna, me equivoco, para mi regocijo espiritual. Hoy mis huesos han ido a parar a Thonos. Aquí, los seres que lo forman, utilizan para comunicarse el lenguaje musical. Recuerdo, con una sonrisa, aquella película de "Encuentros en la tercera fase", en la que los extraterrestres que llegaban a nuestro planeta se comunicaban con nosotros mediante unas notas que se convertían en la banda sonora del film. Esto es parecido, aunque evidentemente, no es lo mismo. En Thonos, sus moradores disponen únicamente de una nota cada uno para expresar todos sus sentimientos, pero eso sí, pueden variar su duración, otras veces cambia el timbre, la cadencia, su intensidad sonora o su ritmo. Es, por intentar realizar una comparación con elementos terráqueos, una especie de lenguaje morse musical, con muchos matices que lo mejoran y lo complementan, pudiendo expresar estado de ánimo del mensaje, urgencia, etc. Como cada habitante de Thonos tan solo puede transmitir sus pensamientos con una nota de la escala, la escucha de una charla resulta a veces agradable, cuando los que conversan armonizan sus voces, otras es una tortura auditiva, y solo algunas veces se convierte en repetición insistente, cuando los dos comunicantes tienen el mismo registro tonal. Estas circunstancias, son siempre casuales, ya que ningún oriundo de Thonos puede elegir su registro, sino que tiene que aceptar el que le toca, por no sé qué ley aleatoria musicológica que intentaron explicarme pero no acabé de comprender. Al ser un único tono el que modula cada uno, los demás deben estar muy atentos a cada inflexión, escuchar al otro, y creedme, se gana tiempo, capacidad de entendimiento y es el sitio que he visitado en el que suceden menos discusiones. Hay charlas disonantes, eso sí, pero en todo caso, normalmente no llegan a atronar al que escucha.
Ante este planeta, solo se me ocurre que en ocasiones no nos vendría mal escuchar a los demás tan atentamente como se hace en Thonos. Además, resulta curioso que nosotros, que tenemos más capacidad de expresión tengamos tantas dificultades para entendernos. ¿Es tan difícil, realmente? También me parece chocante que nuestra vida acabe siendo una rutina monotonal como la forma de expresión de este fragmento cósmico. Me parece que con un poco de imaginación y de voluntad, si ellos lo hacen, nosotros no podemos ser menos. Y bueno, que por último, como ya viene siendo habitual, os dejo mis canciones de reflexión para comentar, escuchar, disfrutar, y pasarlo chupiguay. Voy a avisar a los que nunca me han leído, que cuando digo que son canciones de reflexión, significa que son para pensar y eso, no os pongáis a hacer flexiones, ni a echaros reflex mientras las oís. Tras esta original y divertida matización paso de pasar a la única monotemática y monótona monotonal de hoy, que bien pudiera ser el himno de este lugar, y cuando digo este lugar, me refiero a cualquiera: Tu vida es así del grupo musicocómico Académica palanca. Las commparaciones las pensáis vusotros ustedes, que yo ya no quiero escribir más. Quien quiera, ahí está la puerta, concretamente debajo de mí, ejem, de estas palabras quiero decir, en lo de coments, que no es para los que tengan hambre, sino para aquellos visitantes que... Ya, ya paro. Tanto sacrificio, pa ná...
Post data post electoral: ¿Victoria?