lunes, 17 de septiembre de 2007

Almadicto

Sigo recorriendo este y otros mundos con la intención de no perderme casi nada de lo que me rodea, del universo que se extiende sobre, tras de y ante mí. Pero en esta ocasión, no me he detenido a hablar de un punto del cosmos, ni de una peculiaridad en el camino que haya despertado mi curiosidad. Esta vez se trata de una persona. Nada más, y nada menos. Una entre mil. Una entre un millón. Aparece casi por casualidad, pero al encontrarla, tienes la certeza de que cuando estás con ella, todo se detiene por un momento, que puedes pasar una eternidad haciendo lo que sea, siempre que ella permanezca contigo. A lo mejor pensáis que estoy hablando de amor. Sin embargo, no me refiero a eso. Es otra cosa. Nadie quiere reconocerlo, pero el amor es caprichoso, pasajero, inexplicable, fugaz... Distinto es de lo que estoy intentando plasmar en este momento. Trato de explicar un sentimiento que es más fuerte que el amor, que no lo derriba ni el final de la pasión, ni el tiempo, ni la distancia, ni el mismo amor por otra persona distinta. Nunca habrá palabras para expresarlo, porque la más parecida es amistad, pero a su vez, pienso que es otra cosa, otro tipo de unión. Una especie de droga para el alma, que te hace querer estar junto a esa persona, independientemente de su sexo, edad, etc. Dice el Diccionario de la Real Academia Española de la lengua que una droga es aquella "Sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno." Bien, pues este sentimiento es como si esa persona fuera una droga para el alma, que la estimula y la completa. Debería revisarse este término, porque yo estoy comprovando que hay personas que también pueden ser una droga para el alma. Quizá habría que inventar una nueva palabra para definir que un alma necesita a otra: almadicto. Bunbury jugaba muy bien con estos dos sentidos en su canción "Enganchado a ti", que aquí os regalo, aunque creo que él se refiere más a las sustancias que a las personas. Pero bueno, valga la comparación. Admitamos barco como animal acuático. ¿Comentarios? ¿Preguntas? ¿Dudas? ¿Consultas? ¿Ruegos? ¿Un chicle? ¿Hola?

martes, 14 de agosto de 2007

Casandra

Hoy estoy contento y feliz como una lombriz, porque uno de mis cantautores contemporáneos preferidos vuelve a sorprenderme. Y lo hace con el primer single de su nuevo disco. El disco se llama "Sueños de un hombre despierto", y el tema en cuestión se titula Casandra. La verdad es que yo con Ismael Serrano no puedo ser objetivo al hablar de él. Aunque sacara un disco con versiones de Perales yo creo que me seguiría emocionando. Así pues, os dejo a vosotros el comentario de este pedazo de tema. Uy, perdón, "me se ha escapao". No, ahora en serio, quiero saber si alguien más crítico que yo con este vallecano me puede dar su opinión. Animaos porfa. Os necesito para valorar lo último de este hombre, porque yo he perdido el objetivismo con él. Quizá se le puede reprochar que es algo utópico, que todo es demasiado de color de rosa. No sé. Decidme algo. ¿Qué opináis al respecto?
Nota del postituto: del tema de la canción (iba a poner "del tema del tema" pero es algo reiterador aunque al final lo he puesto aquí en un largo a la par que interesante paréntesis subjetivo) hablaré en otro post futuro, para no condicionar al personal (e intransferible).

lunes, 13 de agosto de 2007

Georrelaciones

Yo nunca he sido un gran entusiasta de las ciencias, y menos de la

geometría. No sé si tiene que ver que al costarme más comprenderla pues

no termino de conectar con ella; la verdad, ni idea. Sin embargo, de un

tiempo a esta parte creo que esta disciplina, tan desconocida para un

servidor, está metida en mi vida más de lo que yo pensaba. Y no estoy

hablando de que la geometría esté introducida en mi existencia de una

forma física, es decir, no quiero decir que yo esté rodeado de formas

geométricas por doquier, que eso está claro que sí, solo hay que

fijarse un poco. YO hoy quiero reflexionar más allá. Me refiero en este

caso a que mis relaciones con la gente también poseen formas

geométricas. Hay relaciones cuadradas, circulares, pentagonales,

elípticas... ¿Cómo he llegado a esta conclusión? Pues, en realidad,

tampoco tengo una razón concreta. Me ha dado por pensar. Hay personas

con las que coincido de vez en cuando, y luego desaparecen de mi vida.

Con otras, sin embargo, mi relación es más bien uniforme, cuadrada. Por

contra, mantengo relaciones todavía más complicadas hablando de formas.

Asimismo, incluso mis pasos vitales, las decisiones que adopto, todo lo

que hago me parece como que sigue algo predefinido. Yo nunca he sido de

creer en el destino, pero hay veces que yo pienso hacer una cosa y

acabo realizando la contraria. ¿Y por qué? Pues yo qué sé. ¿Lo sabéis

vosotros?
Nota del posteador: para este particular post se me han ocurrido varias

canciones, concretamente un trío, de las cuales, debido a su inmensa

extensión lírica conjunta, paso en estéreo de poner las letras de todas

tres. Dejo en vuestra inestimable a la par que decisiva consideración

el interés y la búsqueda posterior de lo que estiméis vosotros en sí o

en no mismos propiamente oportuno para vuestra adecuada formación

personal y/o/u/aeae profesional. Los temazos cancionísticos en cuestión

son:
Piero Della Francesca de Javier Krahe,
Caminando en círculos de Quique González, y Cambio de forma de Astrud.
A disfrutarlas. Se aceptan comentarios, si eso.

miércoles, 25 de julio de 2007

Ciudadano del mundo.

Tras unas semanas viajando por lugares de escaso interés, aquí me hallo de nuevo para intentar describiros este interesante

recoveco donde me encuentro. ¿Alguna vez habéis pensado o sentido que alguien a quien no habéis tratado apenas es como si lo

conociérais de toda la vida? En el país desde donde os escribo ahora, esto sucede de manera contínua. En este fragmento

planetario no hay ningún habitante como por decir originario, nativo u oriundo de este lugar. Aquí todo el mundo es

extranjero, casi todos vamos de paso, y sin embargo, hay más vínculos entre todos los que ahora poblamos este pequeño

fragmento de tierra que en muchos estados o/u/y naciones en donde los nacionalismos y las ideas de patria impiden congeniar a

los moradores de esos territorios. Aquí todo eso se olvida, porque nadie es de aquí ni de allí, todos somos ciudadanos del

mundo. De hecho, este pequeño paraíso apátrida ni siquiera posee un nombre, una bandera o un himno, ya que los que transitan en él, no están el tiempo suficiente como para preocuparse en una cosa que para todos los que lo han pisado hasta la fecha, ha carecido completamente de importancia.
Y muchas veces pienso, me da por pensar: ¿Qué sucedería si las patrias, las banderas, las fronteras se dejaran a un

lado, y solo creyéramos, tuviéramos en cuenta y valorásemos a las personas? Como se decía en una película que vi hace tiempo,

creo que era "Martín (Hache)", la patria de uno son sus amigos, porque cuando no estás en tu tierra, no extrañas tu tierra,

sino tus amigos, estar con tu gente, lo demás es supérfluo. Yo pienso que esta frase está en lo cierto. Enrique Bunbury dice: "Ni patria ni bandera, ni raza ni condición, ni límites ni fronteras, extranjero soy". Un show televisivo llamado "El peor programa de la semana" hizo una vez un gag muy divertido a este respecto. Se trataba de un ficticio titular de prensa que decía así: "El congreso internacional de organizaciones xenófobas ha tenido que suspenderse, ya que ninguna de las organizaciones quería celebrarlo en un país extranjero". A veces, me gustaría que en este mundo tan dividido por los estados, las naciones, las banderas, las patrias, las fronteras y demás pollas en vinagre todos fuésemos extranjeros, estuviésemos donde estuviésemos. Lo explica muy bien el antes mencionado ex héroe del silencio (aunque ahora vuelven y todo eso pero como grupo ya no creo que saquen nada nuevo bajo el sol) Enrique Bunbury en su canción El Extranjero

sábado, 14 de julio de 2007

Que tinguem sort

El pasado miércoles 11, la coral Allegro de la ídem (de la cual formo parte) cantamos en la Universitat Vella de La Nau. Una de las últimas que hemos aprendido e incorporado al repertorio es ESTE TEMAZO que quiero compartir y dedicar a todos los allegros que visiten este blog, y a la gente que le guste esta canción, que para mí es muy especial, ya que supone toda una declaración de intenciones. De las versiones que he escuchado, he elegido esta, que Lluís Llach canta a dúo con Pedro Guerra en un concierto de 1997, en el Palau de la Música de Barcelona. Y por supuesto, pongo la letra.

Que tinguem sort
Lluís Llach


Si em dius adéu,
vull que el dia sigui net i clar,
que cap ocell
trenqui l'harmonia del seu cant.

Que tinguis sort
i que trobis el que t'ha mancat
en mi.

Si em dius adéu,
vull que el dia sigui net i clar,
que cap ocell
trenqui l'harmonia del seu cant.

Que tinguis sort
i que trobis el que t'ha mancat
en mi.

Si em dius "et vull",
que el sol faci el dia molt més llarg,
i així, robar
temps al temps d'un rellotge aturat.

Que tinguem sort,
que trobem tot el que ens va mancar
ahir.

I així pren tot el fruit que et pugui donar
el camí que, a poc a poc, escrius per a demà.
Què demà mancarà el fruit de cada pas;
per això, malgrat la boira, cal caminar.

Si véns amb mi,
no demanis un camí planer,
ni estels d'argent,
ni un demà ple de promeses, sols
un poc de sort,
i que la vida ens doni un camí
ben llarg.

Nota: Para quien no entienda el catalán, pongo una versión traducida que he encontrado en la red de redes. Traducir es siempre difícil, incluso si analizamos la palabra traducir etimológicamente (qué bien me ha quedado eso oye) quiere decir traicionar. Digo esto porque esta traducción es muy literal y hay cosas que no están demasiado claras, pero para hacerse una idea sobra. Y si no, aprended catalán, que no es tan difícil...

Que tengamos suerte.
Si me dices adiós
quiero que el día sea limpio y claro,
que ningún pájaro
rompa la armonía de su canto.

Que tengas suerte
y que encuentres
lo que te ha faltado en mí.

Si me dices te quiero
que el sol haga el día mucho más largo,
y así robar
tiempo al tiempo de un reloj parado.

Que tengamos suerte,
que encontremos
todo lo que nos faltó ayer.

Y así toma todo el fruto que te pueda dar
el camino que, poco a poco, escribes para mañana.
Que mañana faltará el fruto de cada paso
por esto a pesar de la niebla, hay que andar.

Si vienes conmigo
no pidas un camino llano
ni estrellas de plata
ni una mañana llena de promesas,
solamente
un poco de suerte
y que la vida nos dé un camino
bien largo.

Hazlos Reír

Anoche estuve cenando con los chicos y chicas de Punto Radio Requena (saludos mil a todos) y acabé haciendo otra vez de mis payasadas, como por ejemplo, cantar el aquarius de Raphael en plena calle. Luego todos se animaron y terminamos cantando a coro un amplio repertorio que estaba formado por viejos clásicos de ayer, hoy y siempre (Carlos Tarque dixit), como Ojos Verdes, Soy Minero, y tantos otros. La pregunta es: ¿Por qué acabo haciendo al parecer irrevocablemente este tipo de cosas? Hay mucha gente que me dice que eso lo hago por llamar la atención, para sentirme el centro de todos. Pero yo, realmente no lo siento así. A mí lo que me gusta simplemente es hacer reír. Creo que la risa es la clave para muchas cosas. Soy feliz cuando hago felices a los demás. En palabras de Loquillo, "puedo ser algo payaso pero eso me hace feliz". Aunque desde mi punto de vista, quien mejor lo Explica es Pedro Guerra:
"Hazlos Reír"

Hazlo reir y te dará la vida
el mapa del tesoro en la ciudad perdida
hazlo reir y te dará su casa
los íntimos secretos de su voz callada
hazla reir y te dará el domingo
y el diario de su piel lo escribirá contigo
hazla reir y aprenderás las claves
lo dulce del sabor que guarda bajo llave

Hazlos reir y lo que está en el fondo podrá subir
hazlos reir y al fin verás el frente de ese perfil

Hazlo reir y te dará sus cartas
sus libros su canción su amor sin más palabras
hazla reir y escucharás mensajes
y no te sentirás perdido en este baile

Hazlos reir...

Hazlos reir y te dará la risa
y risa con amor es lo que tú precisas
hazlos reir y te darán su risa
y risa con amor es lo que tú precisas

Hazlos reir...

jueves, 12 de julio de 2007

En 5 minutos

Hoy me apetece compartir esta canción, porque refleja lo que siento con cierta gente que me importa demasiado, y que al final siempre tengo la sensación de que acabo fastidiándolo todo, como dice la letra de este tema, en cinco jodidos minutos. No sé exactamente si soy yo el culpable al cien por cien. Supongo que en todo hay cosas que no son culpa de nadie, de todas formas esta canción es un desahogo personal, y me gusta, y punto pelota.


En 5 minutos
Skunk D.F.

No puedes partirme
No puedes dividirme
Para luego poder escoger
Trato de aceptarme
Y tu tratas de entenderme
Pero se ha perdido ya la fe

Mirame, esto es lo que soy,
No pretendo ni quiero ser nada mas
Dejame demostrarte que yo
Respiro tras la mascara de gas

Pero rompo, marcho, rasgo, parto,
Jodo todo lo que toco

Entra sin llamar
Sin preguntar
Sin sobreactuar
Si solo hay nervios al hablar
Soy incapaz de asimilar mas respuestas
NO

Y en cinco minutos
Ninguno puede entender
Y en cinco minutos
Joderlo todo de una vez
En un momento
Echarlo todo a perder
Esto va a doler

Rompo, marcho, rasgo, parto,
Jodo todo lo que toco
Hundo cualquier autoestima
Violo la sensibilidad
No se que intento
Si nunca acierto
No me reprimen mas brazos abiertos
Tan solo
Rompo, marcho, parto, jodo
Todo lo que toco.

lunes, 9 de julio de 2007

Radio Buñol en internéz

¡Hola gentuza! En vista (de lince) de que no dejáis ningún comentario, yo no paro de postear. Esta vez solo es para decir que la humilde emisora donde estoy haciendo las labores de becario, uséase Radio Buñol
ya tiene página web y se nos puede oír en directo. Si queréis saber en qué horario aparezco, tendréis que oírla. Por supuesto, se admiten vuestros comentarios, qué duda cabe...

domingo, 8 de julio de 2007

Qué Lástima

Ayer fui a ver un concierto de una coral (la coral de L'Eliana). Este concierto era un homenaje a los poetas de la generación del 27: Alberti, Miguel Hernández, Federico García Lorca... Consistía en una selección de canciones de la época (republicanas casi todas, y yo disfrutando como un niño) y además, algunos poemas recitados. Como iba con mi amigo Adri (saludos desde aquí) que es el pianista de la coral, pude asistir a los ensayos y me contaron que había uno de los poemas que no iban a recitarlo, porque la chica que lo hacía no había ido ese día, así que pregunté el nombre del mismo y acabo de encontrarlo en la red de redes. El poema era "Qué Lástima", de León Felipe. Y ahora que lo leo, pienso exactamente eso: qué lástima que no lo recitaran ayer. Y me ha parecido interesante compartirlo con aquellos y aquellas que visitan esto. Me parece que coincide cien por cien con mi forma de entender la poesía, porque como decía Celaya, "nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno", y a mí me gusta que en general, el arte, sea música, literatura o lo que sea, me transmita algo. Ahí va. Por supuesto, se admiten comentarios.

"¡QUÉ LÁSTIMA!

León Felipe.

¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...
en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama
¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!".

sábado, 7 de julio de 2007

Vigilia

Me hallo en el estado de Vigilia. Es curioso este lugar, porque sus habitantes no duermen nunca. Están permanentemente alerta esperando quién sabe qué. No me atrevo a interrumpir la perpétua observación ambiental de estas buenas gentes, por si con ello resulto molesto y me echan a patadas de aquí. Procuro pasar entre ellos lo más desapercibido posible, aunque esto, merced a sus fijas y profundas miradas es una utopía. La verdad es que ignoro los motivos de esta tensión generalizada. sólo sé una cosa: no es debido a la cafeína, la coca o alguna otra sustancia que altere su sistema nervioso, ya que los "vigilantes" (que así se llaman los moradores de este extraño trozo de planeta) ni comen ni duermen para no dejar de escuchar, mirar, tocar y oler su alrededor, atentos a cualquier variación del ambiente. Lo curioso es que, como todos están petrificados ante la realidad que los circunda, nadie hace nada para que ocurra algo que varíe la situación, y así están, en un círculo sin principio ni fin, en un tremendo universo de espera, aguardando algo que no parece llegar. A mí me miran, pero parece que no me ven. Ni me saludan siquiera, con tal de no perder la concentración. Realmente es angustiante esta situación de inactividad eterna. ¿Por qué no se deciden a hacer cualquier cosa? Son estatuas hieráticas mirando una realidad igual de inmutable, igual de inmóvil que ellos. Mundo de cera. Y si he de ser sincero, a veces pienso que muchísimos seres humanos están (o estamos, mejor dicho) en ese estado: parecemos vigilar, esperar a que llegue nuestro momento de lanzarnos a vivir, hacemos planes, pensamos qué es lo primero a realizar, tomamos complejas decisiones de cómo afrontar esto o aquello, pero al final no movemos ni un dedo para hacerlo realidad. Como muy bien dice esta canción del grupo argentino Árbol, parece que a veces solo sabemos Esperar.
Por supuesto, se admiten comentarios...