lunes, 9 de febrero de 2009

Cinescribo

Soy de la opinión de que en general, para escribir, hace falta estar triste, descontento o digamos, que haya algo que te toque la moral o que necesites compartir con los demás. A mí es lo que me pasa. Si todo va bien, pues no siento esa necesidad de darle a las teclas y estrujarme la mollera para trasmitir cosas. Es como el chiste de ese niño que no hablaba, y tras muchas visitas a doctores de todo el mundo, no pronunció ni una palabra hasta los 40 años y fue para decir que al café le faltaba azúcar. Al ser preguntado: ¿Y tú por qué no habías hablado antes? El nene responde: Es que hasta ahora todo estaba correcto, mamá. Pues en este caso, hay una cosa que me ha hecho salir de mi letargo escribano. Y es para hablar de una película. Una peli que ha recibido concreces, seis premios de la academia española del cine. Una película que, cuando salió, no me llamó especialmente la atención aparte de que la crítica tampoco fue algo del otro mundo, más bien la ponía de regular. Pero como otros muchos, al ser tan galardonada con los Goya me decidí a verla. Y en fin, no quiero deciros nada más que eso, porque soy conocido por ser bastante exagerado opinando cuando algo me sorprende. Solo os diré que lo que me ha gustado no es tanto la historia, que está bien, pero resaltan mucho más la descripción o los detalles de los personajes que la forman, muy bien definidos, todos ellos, el entorno que los rodea, todo él, los diálogos, certeros y reales, los veraces actores, y sobre todo, la manera tan original en la que nos sumerge en la mente de la protagonista. He leído varias críticas que han tachado la actitud de algunos de sus personajes de maniquea y obtusa, pero creo que no han comprendido que la intención del director no es tanto dotar a sus personajes de complejidad sino de aportarles una opinión clara y visible a cada uno. Y además, el que se pica, ajos come. Esta peli es un buen ejemplo de lo que puede llegar a hacer el ser humano en determinadas circunstancias y, sobre todo, bajo determinadas influencias, que tienen su lado positivo, aunque la gente no quiera verlo en la película, pero no carecen del negativo, y eso es lo que ha fastidiado a ciertos individuos, que solo han sido capaces de ver una caricatura donde lo que había era un extremismo tal que no han reconocido su propio reflejo. No digo que Fesser sea objetivo, pero desde luego, ellos, los que lo han criticado, tampoco lo son. Perdonad mi ambigüedad pero no quiero contar nada, aunque supongo que muchos de los que me leáis ya sabéis de qué va la cosa. Por si acaso, yo no digo más. Solo una postcrítica: Es una de esas películas que dice sin decir, y que sugiere, sin explicar, dejando al espectador la parte de deducir (de ahí la polémica que ha suscitado), algo que, al menos yo, es un importante aspecto que valoro en el cine, en la literatura, y también en la música, of course. Y hablando de música, van dos temas de la banda sonora de "Camino", que al fin y al cabo es la pinícula en cuestión. Seguidamente, podrán escuchar ustedes si así lo desean, The morning after, de los auténticos Dover, y Cigarettes, de la sorprendente Russian Red. Y bueno, las comparaciones siempre son odiosas, pero cuando "Ciudadano Kane" vio la luz, al personaje que retrataba tampoco le hizo mucha gracia, y la acusó de simplona, de dañar la imagen de sus seres queridos... Amos, que a mí todo esto me suena ya. Y para ser más claro en mis explicaciones con respecto a esto último, os aconsejo otra peli: RKO 281. La batalla por "Ciudadano Kane". Y me callo ya. Es que la ví el otro día porque me estoy haciendo una interesante colección de cine relacionado con el periodismo... pero eso, ya es otra historia. Ale, a cascala. Espero que veáis la peli, me dejéis comentarios, o que ya la hayáis visto, en cuyo caso tamién me dejéis comentarios. En definitiva, creo que ha quedado claro que quiero que me dejéis comentarios, que para eso escribo, tontos. Lo demás era mentira... ¿O no?

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