lunes, 13 de agosto de 2007

Georrelaciones

Yo nunca he sido un gran entusiasta de las ciencias, y menos de la

geometría. No sé si tiene que ver que al costarme más comprenderla pues

no termino de conectar con ella; la verdad, ni idea. Sin embargo, de un

tiempo a esta parte creo que esta disciplina, tan desconocida para un

servidor, está metida en mi vida más de lo que yo pensaba. Y no estoy

hablando de que la geometría esté introducida en mi existencia de una

forma física, es decir, no quiero decir que yo esté rodeado de formas

geométricas por doquier, que eso está claro que sí, solo hay que

fijarse un poco. YO hoy quiero reflexionar más allá. Me refiero en este

caso a que mis relaciones con la gente también poseen formas

geométricas. Hay relaciones cuadradas, circulares, pentagonales,

elípticas... ¿Cómo he llegado a esta conclusión? Pues, en realidad,

tampoco tengo una razón concreta. Me ha dado por pensar. Hay personas

con las que coincido de vez en cuando, y luego desaparecen de mi vida.

Con otras, sin embargo, mi relación es más bien uniforme, cuadrada. Por

contra, mantengo relaciones todavía más complicadas hablando de formas.

Asimismo, incluso mis pasos vitales, las decisiones que adopto, todo lo

que hago me parece como que sigue algo predefinido. Yo nunca he sido de

creer en el destino, pero hay veces que yo pienso hacer una cosa y

acabo realizando la contraria. ¿Y por qué? Pues yo qué sé. ¿Lo sabéis

vosotros?
Nota del posteador: para este particular post se me han ocurrido varias

canciones, concretamente un trío, de las cuales, debido a su inmensa

extensión lírica conjunta, paso en estéreo de poner las letras de todas

tres. Dejo en vuestra inestimable a la par que decisiva consideración

el interés y la búsqueda posterior de lo que estiméis vosotros en sí o

en no mismos propiamente oportuno para vuestra adecuada formación

personal y/o/u/aeae profesional. Los temazos cancionísticos en cuestión

son:
Piero Della Francesca de Javier Krahe,
Caminando en círculos de Quique González, y Cambio de forma de Astrud.
A disfrutarlas. Se aceptan comentarios, si eso.

6 comentarios:

Albert Miret Ballester dijo...

La veritat ès que mai m'havia parat a pensar en les relacions que perfectament es poden definir utilisant formes geométriques.
Açò ès com tot: quantes mès formes, mès pluralitat de relacions pots tindre amb gent coneixeràs.

David dijo...

Efectivamente. La pregunta ahora es: ¿Cómo diríamos que es una relación hexagonal? Pienso que hay muchos tipos de relaciones y por muy raras que sean, todas pueden tener su equivalencia geométrica. ¿Nunca te habías parado a pensarlo? Pues quédate una tarde en casa así sin nada que hacer y verás las cosas que se te ocurren. Muy pronto en mi blog...

Anónimo dijo...

Chico, me tienes sorprendidísimo. Nunca pensé que filosofaras hasta tal extremo. Y no, a mí, como Albert, no se me había ocurrido nunca.
La cuestión es? Qué figura geométrica debemos considerar como idónea?
Yo no lo sé. Me tomo un tiempo para reflexionar sobre lo que yo mismo me planteo y responderé.
No sé porqué extraño motivo, me encuentro totalmente despejado, pese a no haber dormido nada esta noche.

Anónimo dijo...

Una geoteoría social muy interesante...

Stanislas Deahene dice que el cerebro es un ensamblaje de máquinas especializadas, pero faltaba reconocer el módulo matemático. Y además dice que “nuestro cerebro necesita que el mundo esté entretejido con símbolos algebraicos y formas geométricas”.

Es evidente que la geometría forma parte de la vida y del mundo. Pero no había oído a nadie hablar de relaciones geométricas.
Aunque se te olvida poner una forma geométrica esencial: el triángulo. Para mí las relaciones triangulares tienen un sistema más abierto, pero cerrado a la vez. Quiero decir, los tres vértices se relacionan dentro del mismo espacio sin tocarse. La estructura del triángulo me sugiere libertad y equilibrio. Además, es la figura geométrica más flexible, puesto que puede adoptar multitud de formas sin dejar de ser Triángulo.
¿Cómo sería una relación exagonal? Imagino que las personas que participan en esa interrelación ocupan un lugar relativo. Serían relaciones cortas y parciales, puesto que seis relaciones interactuando a la vez no pueden ser demasiado prolongadas. Las estructuras circulares son las más complicadas. Porque entiendo que el círculo implica una curva cerrada sin extremos. La relación gira y gira, permite avanzar y retroceder y que todo siga dentro del mismo espacio. Con el círculo es más fácil dar saltos en el tiempo sin perderse. En cambio no me gusta la idea de tener relaciones cuadradas. El cuadrado se me antoja una figura muy medida, muy calculada, muy matemática. ¿Te imaginas una relación tan estrictamente perfecta? Serían relaciones frías y agobiantes ¿no crees?

El destino... es un misterio. No soy partidaria de creer que todo está escrito. Pero es cierto que a veces queremos hacer algo y terminamos haciendo otra cosa. ¿Por qué? Tal vez el azar, o la casualidad. Pero creo que el destino existe. Como decía una canción: “las cosas llegan cuando tienen que llegar”. Ni antes, ni después, hay cosas que pasan en el momento oportuno. Sin embargo, a veces tomamos decisiones que no encajan con el momento y las cosas no funcionan. LO que está claro es que no podemos controlarlo todo. Por tanto, existe un destino, pero intuyo que el camino no está trazado. Cada uno tiene su lugar, su meta, pero para llegar a ese lugar puede transitar muchas sendas. Lo difícil es encontrar un camino propio sin perder el rumbo.

Anónimo dijo...

Ye campeón, no se que forma geometrica tendra, o tuvo nuestra relación, pero sabes que siempre serás el numero 1, y que deberiamos quedar,porque sigo conservando un par de discos que me dieron para ti.A igual que se que es difícil que podamos quedar por diversas circunstancias. por último...como se dijo en Padre de familia yo no se mcucho de geometria pero en ocasiones en mis pantalones se forma una tangente, aunque no tenemos los mismos gustos con las mujeres, se que a ti también. Un abrazo desde Silla con amor

David dijo...

Bueno bueno, tenía yo abandonada esta entrada y al leer los comentarios, me ha resultado la más productiva de cuantas he realizado hasta la fecha. Qué debate, qué opiniones, qué frases oiga, sobre todo las de mi compadre Siller... De ahí que, seis meses más tarde, haga un comentario para apostillarla. Para mí, la relación geométrica idónea es simplemente la figura en la cual las personas que la compongan encajen sin estorbarse. Como dice María, podría ser el triángulo, pero no obstante pienso que no es la única. Aún así, un minipunto para usted. Dicho esto, me voy, que después de seis mese, ¿Quién coño va a contestar a esto? Todo podría pasar, que no digo yo nada...